Durante más de 200
años hubo un reinado del positivismo que de alguna manera redujo la
Epistemología a un estudio de método (Méndez, 2003). Los aspectos ontológicos y
axiológicos estuvieron un poco relegados y llegaron a tener una importancia
marginal. La objetividad, el método científico, la experimentación, lo
fenoménico, privaron en todas las ciencias, aun cuando esas metodologías no
permitieran un verdadero desarrollo de las ciencias (sobre todo en el caso de
las ciencias sociales). La causalidad, el determinismo, mecaniscismo, inducción
eran las únicas reglas del juego. En la medida que el positivismo dejaba de
responder a las preguntas de la ciencia, se adaptaba para mantenerse vigente.
Pasó desde la unicausalidad original a la multicausalidad, pluricausalidad o el
encadenamiento causal. Luego comenzó a usar la estadística para apoyar sus
estudios inductivos de casos particulares; en un principio con la estadística
descriptiva y evolucionando hacia la inferencia estadística o los estudios
correlacionales.
La teoría
sistémica de Bertalanffy (1976), amplió un poco el espectro en la ciencias
sociales, pero el paradigma mantenía su primacía: Sin método no hay ciencia
(Bunge, 1971).
Con la llegada de
la postmodernidad, el pensamiento cambia, el reconocimiento a la diversidad, a
la pluralidad, el caos, la incertidumbre, se abre en todas las áreas, y en
ciencia empieza a reconocerse que puede haber más de una manera de hacer las
cosas. Para muchos pensadores emergentes
de la época (Vattimo, 1987), lo importante no es el hecho mismo, sino las
interpretaciones a ese hecho, que pueden ser diferentes para diferentes
observadores. Todo depende de su posición relativa. No hay certezas. Un hecho
es una verdad relativizada por su observador.
Se pone en tela de juicio el pensamiento lineal. El determinismo y la
causalidad ya no son los únicos criterios ontológicos para hacer ciencia. El
pensamiento complejo de Edgar Morin (2000) amplia aun más el camino de las
ciencias y se amplían los paradigmas de investigación.
No significa que
el paradigma positivista no siga vigente, significa que hay otros paradigmas
válidos para hacer ciencia, significa que se pueden mezclar los paradigmas y
hacer sinergia; significa que el caos no necesariamente es malo porque de él
pueden emerger nuevas estructuras más adaptadas a las nueva realidades. Existen
causas que actúan sobre el efecto, pero el efecto actúa sobre la causa y la
cambia, entonces, se reconoce que la linealidad y la causalidad pura no
existen. La postmodernidad ha roto cadenas, nada es malo, ni nada es bueno,
blanco o negro. todo tiene matices.
Referencias
Bertalanffy, Ludwig (1976). La teoría general de sistemas, 2da edición, Madrid, Fondo de Cultura Económica.
Bunge, Mario (1971). La ciencia, su método y su filosofía. Buenos Aires: Siglo Veinte.
Méndez, Evaristo (2003). Cómo
no naufragar en la era de la información. Epistemología para
internautas e investigadores. Maracaibo. Editorial de la Universidad del Zulia.
Morín,
Edgar (2000). Introducción
al pensamiento complejo. España. Gedisa
Vattimo, Gianni (1987). El fin de la modernidad. España. Gedisa
Excelente aporte Dra. Jazmín; la investigación exige mentes abiertas al cambio.
ResponderEliminarEso pienso, aunque no todos están de acuerdo...
EliminarInteresante Dra. Jazmìn Dìaz-Barrios, podrìamos decir en palabras de la Dra. Jacqueline Hurtado que de la etapa dogmàtica donde reinaba el positivismo, pasamos a la etapa paradigmàtica, y que luego de la sobresimplificaciòn, estamos hoy en la etapa integrativa-holìstica y sistèmica. ¿Comparte este devenir de la investigaciòn cientìfica? Afectuosamente desde Lima, Perù. deporteperu@yahoo.es / www.apertura.com.pe
ResponderEliminarYo diría que la postmodernidad, y la complejidad con ella, nos llaman a quitar etiquetas. La investigación implica un proceso metódico y sistemático para que alguien en el futuro pueda replicarlo, pero no tiene que ser un método específico porque la realidad siempre es diferente y es la realidad la que nos dice cómo debemos abordarla, con cuáles herramientas y con cuáles criterios. Siempre y cuando dejemos constancia del proceso seguido, podría alguien usar una sinergia de metodologías porque su realidad a estudiar así lo amerita.
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