Jazmín Díaz-Barrios
2013
Planificación.
Existen
muchas definiciones de lo que es PLANIFICACIÓN, una de las más cortas y
directas es tal vez la
de Peter Drucker (1994) donde plantea que planificar es
definir el futuro y la manera de lograrlo.
Robbins y Coulter (2008) expresan que representa la definición de metas,
establecimiento de estrategias y desarrollo de planes para coordinar
actividades. Por su parte Stoner, Freeman y Gilbert (1996) manifiestan que es el proceso de
establecer metas y elegir los medios para alcanzar dichas metas. Todos se
refieren a lo mismo: los fines y los
medios: lo que se quiere lograr, que hay que hacer para conseguirlo y
como debe hacerse. Es un proceso
continuo que va desde la elaboración de planes, programas, proyectos y presupuestos,
hasta las mismas acciones a ejecutar para llevar a cabo una tarea. Introduce
racionalidad en la acción; pero no es una garantía de que esas acciones sean
las más racionales y coherentes.
Ahora
bien, para que el proceso de planificación cumpla su cometido, debe poseer
ciertos requisitos:
1.
Realista
con objetivos alcanzables no sólo en lo político, social y cultural sino
también en cuanto a su dimensión financiera (presupuesto)
2.
Implicar
un cambio efectivo y positivo con respecto a la situación anterior
3.
Que
la elección de medios aseguren eficacia y eficiencia tanto financiera, humana y
social.
4.
Un
curso de acción escalonado y continuo, en el cual se indiquen las diferentes
etapas y modalidades del proceso.
5.
Orientar
la toma de decisiones y establecer las diferentes etapas, e modo que haya entre
ellos coherencia, compatibilidad, consistencia, operatividad e integridad.
A propósito de esto, no todos los
planes son iguales, en este sentido, la mayoría de los autores consultados
(Robbins, Koontz & Weihrich, Stoner et al. ) están de acuerdo en las
siguientes clasificaciones: de acuerdo a la amplitud (alcance), horizonte de
tiempo, grado de detalle (especificidad) y
frecuencia de uso tal como se muestra en el cuadro 1. Esta dimensionalidad es convencional, por
ende distintos autores pueden definirla de manera diferente. Para efectos
nuestros, se dirá que la planificación a
largo plazo es aquella superior a cinco años, tiene una perspectiva
estratégica, define el destino de la organización, sus planes son globales ya
que solo direccionan, orientan y son únicos para un período. La planificación a mediano plazo abarca
de tres a cinco años, es táctica o de
desarrollo; y la planificación a corto plazo comprende un año o bienio, es
coyuntural y conduce a la preparación de presupuestos anuales, los cuales
constituyen la conciliación y el ajuste de la planificación a mediano
plazo.
CUADRO 1
TIPOS
DE PLANES
|
|||
ALCANCE
|
HORIZONTE DE TIEMPO
|
NIVEL DE DETALLE
|
FRECUENCIA DE USO
|
ESTRATÉGICO
|
LARGO PLAZO
|
DIRECCIONAL
|
USO ÚNICO
|
OPERACIONAL
|
CORTO PLAZO
|
ESPECIFICO
|
PERMANENTE
|
FUENTE: Elaboración propia
Planificación Estratégica.
Después de la segunda guerra mundial,
y más aun en la década de los 70, el concepto de Planificación cambió, de la
noción tradicional (planificación normativa) donde el futuro era una
continuación del pasado, a Planificación estratégica: un proceso dinámico en el
cual el entorno pasó a ser la variable más relevante para definir nuestro
futuro. El análisis sistemático de este entorno que permite dar respuestas y
mantener a la organización en el mercado en el transcurso del tiempo, comenzó a
popularizarse.
Pero, planificar estratégicamente
implica varios niveles de planificación (corporativa, de unidad de negocios y
funcional) y puede ser efectuado a través de varios enfoques (Matriz FODA,
matriz BCG, diamante de Porter, Cuadro de mando integral (Balance Score Card) e
incluso la
Administración de la calidad total (ACT)).
En todo caso, lo básico cuando se
quiere alcanzar un nivel estratégico, es mantener nuestra vista en los cambios
del entorno y como estos cambios pueden afectar nuestro desempeño organizacional. Para ello, debemos tener definido dónde
estamos y hacia dónde vamos; por lo tanto, definir la misión de la organización
y la visión que se tendrá en los próximos años es fundamental. Aunado a lo anterior, deben establecerse los
objetivos a largo y corto plazo que se quieren alcanzar de manera que se puedan
determinar todas las actividades basándolas en la consecución de esos
objetivos.
El sistema presupuestario de una
organización, inicia cada año su labor de preparación del presupuesto del
siguiente año, con la revisión, no sólo de los resultados financieros del año
anterior y los del año en curso, sino también con la revisión de la misión,
visión y objetivo general, además del análisis
externo e interno de la organización. Se
persigue establecer si esa misión, visión y objetivo general, permanecen vigentes para el siguiente período
a la luz de los cambios previstos en el entorno.
Esta
conjugación de elementos dará como resultado la definición de los objetivos
específicos que la organización acometerá para el periodo siguiente y por
consiguiente definir las estrategias que se llevarán a cabo para alcanzarlos. Además, los planificadores presupuestarios
tienen que en este momento establecer sus premisas de planificación. Es decir aquellos acuerdos sobre tópicos
específicos necesarios para acometer la construcción del presupuesto del
próximo periodo, como son: tasas de interés activa y pasiva prevista, tasa de
cambio para compras/ventas
internacionales, inflación esperada, crecimiento poblacional y del
sector de desempeño, índices de crecimiento del Producto Interno Bruto, que den
razón de las expectativas de bonanza o recesión económica, entre otros. Esta información difundida en toda la
organización permitirá consistencia de la data y comparabilidad de los
distintos presupuestos. De lo contrario,
distintos departamentos podrían usar, a su criterio, distintas tasas de cambio,
o tasas de interés y el presupuesto perdería su valor predictivo.
Carecer de un
plan en la organización implica no saber hacia dónde se va y no tener controles
implica no saber donde se está, por ende ambos procesos: planificación y
control son parte inseparable de una organización exitosa.
.
.
El Sistema Presupuestario
como Herramienta de Planificación.
Para la consecución de los objetivos
de la organización bajo este entorno cambiante, se requiere pronosticar los
eventos y prepararse para ellos, en todos los aspectos: materiales, humanos y
financieros. Los sistemas
presupuestarios se presentan como reductores de incertidumbre, al ofrecer a la
empresa la oportunidad de planificar, ejecutar y controlar los aspectos
financieros de los planes elaborados de una manera sistemática, integral e
integradora de todas las áreas de la organización.
En este sentido, a
continuación se ofrece una definición de PRESUPUESTO, desde el punto de vista
de la planificación y el control.
EL PRESUPUESTO
ES LA EXPRESIÓN FINANCIERA DE LOS PLANES,
PROGRAMAS Y PROYECTOS QUE PREDETERMINAN LOS INGRESOS, COSTOS Y GASTOS QUE UNA
ORGANIZACIÓN TENDRÁ EN EL TRANSCURSO DE SU GESTIÓN, PARA LA CONSECUCIÓN DE LOS
OBJETIVOS Y METAS PROPUESTOS.
Otras formas de
expresar el mismo concepto podrían ser:
-
Plan
numérico para asignar recursos a actividades específicas.
-
Son
estados cuantitativos formales de los recursos que se separan a fin de realizar
las actividades proyectadas para determinados periodos.
-
Es
un plan de todas o algunas de las fases de actividad de la empresa expresado en
términos monetarios junto con la comprobación subsecuente de las realizaciones
de dicho plan.
-
Esquema
escrito de tipo general y/o específico, que determina por anticipado, en
términos cuantitativos, el origen y asignación de los recursos de la empresa,
para un periodo específico.
Ventajas.
Uno
de las ventajas más claras de la herramienta presupuestaria, es que permite delegar
autoridad sin pérdida de control. Al desarrollarse las organizaciones, crece, y
por ende el control directo de los dueños es cada vez más difícil. Al utilizar el presupuesto para controlar la
gestión, la alta gerencia no pierde de vista los resultados ya que tiene
indicadores de desempeño que periódicamente le presentan la situación de su organización.
Representa
un estudio temprano de problemas potenciales, pudiéndose determinar si los recursos necesarios estarán
disponibles oportunamente y tomar las medidas pertinentes. Le imprime proactividad a la organización ya
que al conocer de antemano los hechos más probables, puede, en caso de ser
negativos, tomar medidas para neutralizarlos o transformarlos en oportunidades.
Es
el sistema más adecuado para establecer costos promedios, ayudando a planear
los costos de producción. Al utilizar
estándares físicos de producción, mano de obra y tasas de gastos, simplifica el
proceso de planeación de costos de producción.
Limitaciones.
El presupuesto no es una panacea que por si mismo resuelve los problemas organizacionales. Hay que recordar que por buena que sea una estimación, no pasa de serlo, por lo tanto puede suceder algo diferente y hay que estar preparado para situaciones contingenciales.
Generalmente se base en el pasado (datos de
periodos anteriores) y no necesariamente el hecho de haber realizado un gasto
en el pasado u obtenido un ingreso, es aval suficiente para que se repita en el
futuro. Y aun cuando se elabora de manera prospectiva, se basa en
probabilidades de ocurrencia, lo cual deja un margen a lo imprevisto; siendo
mayor el margen, cuanto más volátil sea la economía del sector o país
estudiado. También se corre el riesgo de
que los miembros de la organización piensen que las metas presupuestales son más
importantes que las metas de la empresa y las atropellen.
Otro
problema que puede llegar a presentarse, si ocurre lo anterior, es que los
miembros de la organización continúen utilizándolo aun cuando el entorno haya
cambiado. Esto representaría una camisa de fuerza (inflexibilidad) para los gerentes.
Incluso en determinada s ocasiones
las organizaciones pierden el norte y caen en la sobrepresupuestación, es decir:
Presupuestar hasta los gastos más insignificantes, y privar al gerente de la
necesaria libertad de decisión en sus departamentos. En términos generales, puede decirse que
mientras se entienda que el control presupuestario es solo una herramienta de
la gerencia pero no la suplanta, en esa
medida podrá ser más exitosa su aplicación.
Importancia:
Al
presentarse en términos monetarios se pueden usar fácilmente como común
denominador para una amplia gama de actividades de la organización - contratación, y capacitación del personal,
compras de equipos, producción, publicidad y ventas-.
·
El
aspecto monetario de los presupuestos significa que pueden transmitir
información en forma directa, sobre un recurso fundamental para la
organización: el capital y sobre una meta fundamental de la organización: las utilidades. Por lo tanto
es una pieza fundamental para las empresas orientadas a las utilidades.
·
Elemento de control:
Establecen normas de desempeño, claras y definidas, para un lapso establecido,
por regla general, un año. En intervalos definidos, los resultados reales se
comparan directamente con el presupuesto. Las desviaciones se pueden detectar
sin problema y atacar las situaciones problémicas.
·
Medio fundamental para
coordinar actividades en la
organización. La interacción gerente supervisado que se
genera en el proceso de elaboración presupuestaria integra las actividades de
los miembros. Adicionalmente, la
existencia de un comité de presupuesto, que sienta en una misma mesa a todos
los gerentes de las distintas áreas, crea una sinergia para el logro de los
objetivos organizacionales. Atrás quedan
los tiempos en los cuales cada gerencia trataba de cumplir sus propios
objetivos, independiente de sus pares, alejándose, en muchas ocasiones de los
objetivos organizacionales.
·
A través de ellos la empresa
proyecta en forma cuantificada, los elementos que necesita para cumplir con sus
objetivos.
Editado
Referencias bibliográficas
Robbins y Coulter (2008)
Administración, 8ª edición, Pearson, Prentice Hall, México.
Stoner J., Freeman E. y Gilbert D. (1996) Administración, 6ª edición, Prentice Hall, México.
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