APERTURA
BOLETÍN DE LA FACULTAD DE CIENCIAS ECONÓMICAS Y SOCIALES DE LUZ Compendio
Jazmín Díaz-Barrios.
AÑO I. VOLUMEN No. 1 ENERO - ABRIL 2009. Paginas 13-14.
BOLETÍN DE LA FACULTAD DE CIENCIAS ECONÓMICAS Y SOCIALES DE LUZ Compendio
Jazmín Díaz-Barrios.
AÑO I. VOLUMEN No. 1 ENERO - ABRIL 2009. Paginas 13-14.
Petróleo & Presupuesto
En este momento histórico, cuando las políticas
del Estado apuntan a fortalecer su presencia
en todos los ámbitos y disminuir al sector privado,
el presupuesto público se convierte en el pivote
central de la actividad económica nacional. En este
orden de ideas, pareciera oportuno hacer una breve
reseña del camino presupuestario que hemos
recorrido en los últimos años, dónde estamos y qué
podríamos esperar en el futuro cercano.
Al revisar el presupuesto de la última década,
se nota que entre el 2000 y el 2004, el petróleo
representaba menos de un tercio de los ingresos
presupuestarios (incluyendo endeudamiento), de
hecho, en esos años, nunca llegó al 30% del total;
sin embargo, a partir del 2005, esta cifra comenzó
a remontar, al punto que para el 2009 está cercana
a la mitad de los ingresos. De entrada, estos
números nos hablan de una creciente y sostenida
dependencia presupuestaria del petróleo, pero aun
así, no es la peor parte de la historia..
Para 2001 el petróleo internacionalmente se
cotiza por debajo de los 20$, 29$ a finales de 2003;
sin embargo, eventos internacionales se conjugan
y comienza el ascenso: para junio de 2005 llega a
60$ y la racha no se detiene hasta junio de 2008
cuando alcanza los 140$. Tres años en los cuales
los precios estuvieron muy por encima de todas las
expectativas. Sin embargo, este incremento no se
tradujo en aumentos similares en el presupuesto,
ya que en una aparente actitud conservadora, el
gobierno mantuvo dentro del presupuesto el precio
del petróleo, entre 23 y 29 $ por barril en esos
años. Actitud saludable si, cumpliendo con la Ley,
no se hubiera inyectado ese dinero excedente a
la economía, y esos fondos hubieran ido a engrosar
el Fondo de Estabilización Macroeconómica, el
Fondo de ahorro intergeneracional o a inversiones
nacionales reproductivas, pero este no fue el caso:
el gasto corriente fue el destino primario.
Durante este período, como ha manifestado en
diversas oportunidades el Dr. Maza Zavala, se han
ejecutado tres presupuestos paralelos en el país: el
aprobado por la Asamblea, aquel que resulta de los
créditos adicionales y el uso discrecional del Fonden
(alimentado con el excedente del precio petrolero).
Esta situación crea una absoluta anarquía en
las finanzas del Estado, ya que exacerba el gasto
público sin que se conozca a ciencia cierta cuál es
el monto final. Para 2007, el presupuesto era de
115 billones y los estimados de gastos se situaron
por encima de los 215, situación similar se vivió en
2008 con un presupuesto inicial de 137 billones que
para diciembre ya remontaba los 180 con créditos
adicionales.
Llegamos al 2009, paradójicamente, un gobierno
que mantuvo en el pasado cercano el cálculo
del presupuesto con un precio del petróleo a un
tercio de su valor real, y que en el momento de la
caída de los precios petroleros y recesión mundial
lo sitúa en 60$ el barril: prácticamente el doble del precio de mercado para el momento de su elaboración.
Como resultado de esta situación, ninguno
de los tres presupuestos mencionados, que se
venían ejecutando, puede
realizarse en este año. Los
ingresos por concepto de
petróleo, que representan
el 47% de lo planificado (77
billones) no alcanzarán ni la
mitad de esa cifra, ya que
a los precios deprimidos se
suma una severa disminución
de la producción (2.4
Compendio
millones de barriles diarios) con respecto a
las premisas del presupuesto 2009 (3.6 millones
de barriles diarios).
En cuanto a los
créditos adicionales y utilización del Fonden,
éste no está siendo alimentado, ya que no
hay recursos excedentarios.
La solución cortoplacista del gobierno
ante la situación planteada, fue la reducción
del presupuesto a través de la disminución
del precio referencial de 60 a 40$ por barril.
Medida reactiva que nos habla de la no-planificación
en el sector financiero público; la
sola utilización de los fondos de estabilización
en los años anteriores, tal cual fueron
originalmente previstos en la Ley Orgánica
de la Administración Financiera del Sector
Público, habría evitado esta situación, “estabilizando”
el presupuesto.
Al fin y al cabo,
esa era la razón de ser para la creación de los fondos,
y no el uso dispendioso en gasto corriente.
La situación es crítica y amerita
soluciones serias, de fondo y
planeadas. La política de como
vaya viniendo, vamos viendo que
pareciera privar en el ámbito pú-
blico, tiene que cesar y transformarse
en reales políticas de Estado
que guíen y orienten al país
desapasionadamente hacia los
grandes objetivos nacionales.
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